lunes, 31 de agosto de 2020

¿QUÉ ES EL COSTE DE OPORTUNIDAD?

Ahora que oímos hablar de las negociaciones para el nuevo presupuesto general del Estado, es muy importante conocer el concepto de “Coste de oportunidad”.

Cada partido político quiere destinar mayor número de recursos económicos a unas partidas que a otras. Es decir, cada partido da más importancia a unas partidas que a otras según la ideología que contengan.

Vemos por ejemplo partidos que  prefieren eficiencia a equidad y viceversa. Algunos partidos (Los más conservadores, normalmente) optan por la eficiencia de los recursos económicos. Sin embargo, otros partidos optan por la distribución de los recursos aunque el resultado económico sea menos eficiente.

Cada persona como ser racional dará más valor a unas políticas que a otras (Cada persona debe estudiar todas las alternativas posibles y optar por la que más le convenga a él). Pero, normalmente, aquí todos y todas cometemos un gran error: solo observamos lo que nos conviene en el momento, pero no pensamos en lo que perdemos optando por una política y dejando de lado otra. 

Esto se llama coste de oportunidad. La definición de coste de oportunidad es la siguiente: “El coste de la alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una determinada decisión, incluyendo los beneficios que podríamos haber obtenido eligiendo la opción alternativa.” En definitiva, son los recursos que dejamos de obtener o que representan un coste por el hecho de no haber elegido una alternativa posible.

Siendo clara es: “El valor de la mejor opción no seleccionada”

Siempre que los recursos sean limitados y tengas que elegir una opción, existe un coste de oportunidad. Los costes no son solo financieros, hay costes sociales y costes temporales.

En política siempre se intenta maximizar el bienestar social, por eso durante la crisis sanitaria todos los países del mundo optaron por priorizar a los enfermos más jóvenes que a los ancianos. ¿Es moral? No lo sé, pero es más “Eficiente para cualquier país”. Es decir, el coste de oportunidad es menor. Todos los países prefieren salvar vidas jóvenes que aportan crecimiento al PIB con su trabajo que salvar a ancianos que no aportan recursos económicos y que además socialmente son más costosos ya que perciben una pensión por jubilación. (Aquí también están presentes las externalidades, explicadas ya en otra publicación)

Vamos a dejar la economía y la política a un lado, te voy a dar ejemplos de la vida cotidiana para que entiendas mejor el concepto (Seguro te sientes identificado/a con este ejemplo):

El tiempo es limitado para todos los seres humanos y por ello debemos tomar la elección que creemos que nos maximiza nuestro bienestar o nuestra felicidad.

Imagina que tu amigo/a te invita a su cumpleaños, es una fiesta donde van a estar todos tus amigos y amigas y además, lleváis mucho tiempo sin estar juntos todo el grupo de amigos/as. Pero, tienes una entrada para un concierto que compraste hace meses  para  ese día a la misma hora. ¿Qué vas hacer? ¿Qué alternativa eliges? ¿Cuál te apetece más? ¿Qué pierdes si eliges ir al cumple de tu amigo/a? ¿Y qué pierdes si vas al concierto?

Se te presenta un gran reto y es estudiar el coste de oportunidad.

Aquí, entra en juego el valor que das a una alternativa o a otra (Tu “ideología y tus valores”).

Optarás por una opción u otra según el valor sentimental que le des a una alternativa u otra.

Por ejemplo, si llevas mucho tiempo sin ver a tus amigos, si el cumple es de uno de tus mejores amigos o incluso si la condición atmosférica es mala y el concierto es al aire libre, elegirás la opción del cumpleaños de tu amigo/a.

Pero, sin embargo, si el concierto es de tu grupo favorito, si es el último concierto de la gira o incluso la despedida del grupo, decidirás ir al concierto.

¿Cuál es el coste de oportunidad de cada uno? Hemos dicho que el coste de oportunidad son los beneficios de la opción no elegida.

¿Cuál es el coste de oportunidad de ir al cumpleaños de tu amigo/a? CORRECTO. Es la opción de ir al concierto, es decir, el coste económico de las entradas, el coste social de estar con otro grupo de amigos con los que ibas al concierto y por supuesto, has perdido la adrenalina que da ver a tu grupo favorito tocando en directo.

¿Y el coste de oportunidad de ir al concierto? CORRECTO. Has perdido pasar una noche de risas con tus mejores amigos y acompañar a tu amigo/a en su día.

Siempre que tomamos decisiones en la vida hay un coste de oportunidad que debemos estudiar. Y, tanto si es económico como si no lo es, hay que anticiparnos al coste de oportunidad a largo plazo. La decisión del concierto o del cumple es un coste de oportunidad a corto plazo (Aunque también a largo plazo, cuando te recuerden lo bien que lo pasaron en el cumple o concierto que no estuviste), pero sobre todo en políticas públicas, el coste de oportunidad es  a largo plazo. De hecho, recordad que las Comunidades Autónomas abren hospitales en sus primeros y últimos años de legislatura, mientras los recortes se hacen durante toda la legislatura y se hacen visibles cuando pasan los años y ya no está el mismo gobierno que eligió esas políticas. Así, los ciudadanos nos quedamos con la percepción de que el político/a que presidia en esa legislatura abrió muchos hospitales y los efectos de los recortes los vemos con el siguiente presidente/a.

Volviendo a la economía, se debe optar por la opción que distribuya mejor el  bienestar social.

Quizá si ejecutas políticas públicas más redistributivas, estás perdiendo eficiencia en los recursos que se explotan, pero reduces la desigualdad. O si optas por políticas eficientes, puedes explotar los recursos económicos con grandes beneficios, pero aumentas la brecha de pobreza entre clases sociales.

Contemplar el coste de oportunidad en cada decisión es imprescindible, hay que analizar los costes para la economía, para la sociedad y en todos los espacios temporales.

Hay que estar atentos a lo que se aprueba en cada legislatura, pero también a lo que se rechaza.

Otros ejemplos de coste de oportunidad en la vida cotidiana pueden ser comprar un pantalón o una camiseta, el coste de oportunidad sería la prenda no adquirida.  Otro ejemplo muy visible y que se estudia en las primeras clases de economía  es el coste de oportunidad entre trabajar  y estudiar una carrera universitaria. Los costes económicos de elegir estudiar serían: los libros y la matrícula, entre otros. El coste temporal sería: el tiempo que tardas en ir a la universidad, entre otros. Los costes sociales serían: el estar años estudiando y rechazar fiestas. Pero, hay costes de oportunidad y son los que corresponden a no elegir la opción de trabajar, sería el coste de trabajar, es decir el salario que pierdes al no trabajar esos cuatro años (mínimo) de carrera. Normalmente, la explicación económica de elegir estudiar es la mayor posibilidad de percibir un mayor salario en el futuro o el enriquecimiento intelectualmente en la materia que te apasiona.

A partir de ahora, en cada decisión (Sobre todo económica), te aconsejo que pienses: ¿Cuánto estás dispuesto a dejar ganar? Todas las decisiones llevan a perder algo.

En economía, las empresas  estudian los costes de oportunidad para saber qué beneficios pueden llegar a perder y elegir la mejor alternativa.

El coste de oportunidad tiene que ser el menor posible. En empresas, debe ser renunciar al  menor beneficio posible para elegir el mayor posible. Y en Estados debería ser renunciar a la opción que menos bienestar social genere y ejecutar la opción que mayor bienestar genere a ese país o unión de países.

Para profundizar, si quieres saber cómo se estudian los costes de oportunidad en economía, sigue leyendo.

Una forma de estudiar los costes de oportunidad sería con la Frontera de Posibilidades de Producción. (FPP)

Es un planteamiento analítico en el que se muestra  la cantidad máxima de bienes que se pueden producir en una economía o en una empresa con los recursos, tecnologías y factores de producción disponibles.

Por ejemplo: Una hamburguesa tiene un coste de 4 euros y un refresco tiene un coste de 2 euros. (Esto corresponde al coste)

Tienes 20 euros (Los recursos que posees)

¿Cuáles son las elecciones posibles que tienes?:

Opción 1: Comprar 5 hamburguesas. El coste de oportunidad  sería: no beber nada.

Opción 2: Comprar 10 refrescos. El coste de oportunidad sería: no comer nada.

O hacer combinaciones: 4 hamburguesas y 2 refrescos, 3 hamburguesas y 4 refrescos, etc.

Debes elegir la opción que mayor bienestar te ofrezca, aquí entran tus preferencias entre comer o beber y también, influye el momento en el que estés, quizá llevas todo el día comiendo y solo quieras beber o al revés.

Os adjunto un gráfico, donde se observan las posibles alternativas (PUNTOS DE LA RECTA ROSA). Alternativas inalcanzables (PUNTOS FUERA DE LA RECTA). Puntos ineficientes (ASTERISCOS)

Importante elegir la opción que sea más rentable (La que más bienestar te genere) y que sea eficiente (Esté situada en la recta).



Profundizaré más sobre la Frontera de Posibilidades de Producción (FPP)  en otras publicaciones.

Espero que hayas aprendido un concepto nuevo y que reflexiones lo que ganamos y perdemos como sociedad cada vez que se implanta una nueva política. (Además, espero que sea un concepto que tengas presente en tus decisiones personales).

 


¿ES MEJOR INVERTIR EN VIVIENDA O EN FONDOS DE INVERSIÓN?

  Muchos clientes me preguntan: “¿Qué hago con mis ahorros? ¿Compro una vivienda o invierto en fondos de inversión?” A estas preguntas no ...