Hoy te vengo a hablar de los
impuestos. ¿Sabes realmente qué es un impuesto? ¿Sabes a qué está destinado?
¿Sabes quién lo recauda? ¿Sabes que impuestos te benefician o perjudican? ¿Qué
política fiscal te conviene según tu renta? Sigue leyendo para contestar a estas
preguntas.
El tema de los impuestos es un
tema muy interesante y del que nos deberían hablar en nuestros primeros años de
enseñanza. La mayoría de personas se aterrorizan cuando llega la hora de pagar
impuestos y esto es así porque la población no tiene conocimiento real de lo
que es un impuesto, sus funciones y sus repercusiones.
Por ello, en esta publicación
vamos a ir poco a poco conociendo más sobre este instrumento fiscal.
Primero, ¿Qué es un impuesto?
Es un tributo obligatorio que se destina
a cubrir el gasto del Estado. Es decir, es un tributo que debemos pagar
por el simple hecho de ser ciudadanos de un municipio, ciudad, comunidad
autónoma, país o unión de países.
Pero, ¿Por qué tenemos que pagar
estos impuestos? Principalmente, para hacer frente al gasto público (este gasto
no sólo se financia con impuestos, también con deuda pública). Ahora bien, ¿Qué
es el gasto público que todos tenemos que financiar? Son los gastos que destina
el estado a sustentar nuestro estado del bienestar. ¿Y qué es este estado de
bienestar? Las prestaciones y servicios públicos de los que disfrutamos, es
decir, la sanidad, la educación, las pensiones, las prestaciones por desempleo,
las ayudas por incapacidad, carreteras, defensa militar, etc.
Hay una relación directa entre la
presión fiscal de los países y la calidad de sus servicios. Por ejemplo, los
países nórdicos o Francia son países con gran volumen de impuestos, pero
también tienen una gran calidad de vida gracias a las prestaciones que les da
el Estado. Un ejemplo de esta relación lo podéis ver comparando la presión
fiscal de América Latina y la de Europa donde se ve claramente que cuantos más
impuestos recaude un Estado, mayor estado del bienestar tendrá. (También es muy
interesante analizar las distintas presiones fiscales de los países de Europa y
ver las distintas prestaciones de las
que disfrutan)
Ojo, es muy importante pagar impuestos y “cuanto más, mejor”, pero, es
más importante que se destinen de forma eficiente. De nada sirve subir
impuestos si la gestión de un gobierno no es buena.
Parece que pagar impuestos no es
tan aterrador y gracias a pagar estos tributos podemos disfrutar de
prestaciones que nos ayudan a reducir la desigualdad de los ciudadanos, a
redistribuir mejor la riqueza, asegurar a la población en situaciones de
emergencia económica o sanitarias, etc.
Los beneficios de pagar impuestos
son inmensos, pero, hay que saber canalizar bien estos ingresos y potenciar al
máximo las prestaciones.
Al gozar cada década de un mayor
bienestar, el gasto público se agrava y la recaudación de los impuestos son mayores cada año. Por esta
razón, es lógico ver que cada vez los ciudadanos paguen más impuestos, pero, si
se pagan más impuestos debe haber mayores prestaciones o de mejor calidad. (Otro dato curioso es el gasto público de
España, se aprecia en estos últimos años que el gasto se mantiene debido a que no se aprueban nuevos presupuestos por la repetición
de elecciones nacionales)
Es importante saber que en el
caso de España la política fiscal, es decir, “los impuestos que se pagan”
tienen que estar dentro de los límites que marque la unión Europea ya que somos
un país que está dentro a la zona euro y sujeto a los requisitos del tratado de
Maastricht.
Segundo, ¿Qué tipo de impuestos
hay?
En este apartado, explico los
tipos de impuestos existentes en España:
-
Directos: gravan la renta o patrimonio de las
personas. Son impuestos más equitativos ya que cada uno pagará según su
situación personal. Por ejemplo: el IRPF o el Impuesto de sociedades.
-
Indirectos: gravan el consumo y las
transmisiones patrimoniales. Son impuestos menos equitativos ya que se paga el tributo
según la situación económica, todos pagamos lo mismo. Por ejemplo el IVA o el
impuestos especiales (alcohol, tabaco, hidrocarburos)
Es muy importante distinguir que
impuestos son directos e indirectos. Si hay reformas fiscales, será más
equitativo que suban impuestos directos que los indirectos.
Os pongo un ejemplo, si suben el
IRPF o el impuesto de Sociedades, pagará más la persona que más tiene. Sin
embargo, si suben el IVA, todos (independientemente de la renta) pagaremos más
por comprar una barra de pan.
Imagina que vas con tu mejor
amigo a beber una cerveza, los dos pagáis el mismo IVA (Impuesto del valor
añadido) por esa cerveza, sin embargo puede ser que tu mejor amigo sea el más
rico de la cuadrilla y tú el más pobre. El IVA no es equitativo. Sin embargo,
si suben el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, tu mejor amigo pagará
más que tú porque se grava según las situaciones personales, es más equitativo.
Es muy importante que cuando
votes a partidos políticos te fijes en la política fiscal, analizar vuestro
esfuerzo fiscal con cada impuesto. El esfuerzo fiscal de las rentas bajas es
mayor que el de las rentas altas en impuestos directos. Te explico, si suben
impuestos indirectos, todos pagamos el mismo porcentaje. Es decir la persona
que gasta 1000 euros paga en impuestos el mismo porcentaje que la persona que
gasta 100, sin embargo, el esfuerzo de la persona que gasta 100 es mucho mayor.
(Piensa en que gastas X dinero y te quitan la mitad, si tienes 10 euros y te
quitan 5, no es el mismo peso fiscal que si tienes 100 euros y te quitan 50).
Como esto puede ser regresivo, existen los impuestos que son escalonados o por
tarifas (normalmente, los impuestos directos).
Cuando los impuestos son por
tarifas, significa que según el tramo de renta en el que te encuentres pagarás
más porcentaje o menos.
Tercero: La incidencia de los
impuestos.
Hay impuestos regresivos,
proporcionales o progresivos.
Los progresivos son aquellos
impuestos que tienen tarifas, donde el que tiene mayor base imponible pagará
más, por ejemplo, en el IRPF.
Los proporcionales son aquellos
en los que todos pagan la misma proporción, tengan más o menos renta. Ej: el
IVA.
Regresivos: a mayor base
imponible, pagan menos proporción.
Cuatro: Atentos/as con la
traslación del impuesto.
Cuando se modifica la política
fiscal y suben impuestos, hay que analizar con mucho cuidado que el impuesto no
se pueda trasladar. Hay muchas veces que se suben impuestos y los que deberían
de hacer frente al impuesto por ley, se lo trasladan a terceros vía precios o vía
salarios.
La traslación del impuesto depende de la
elasticidad de los hechos imponibles.
(Haré una publicación explicando
que es una elasticidad y cómo influye en la distribución de los impuestos.)
Quinto. ¿Quién lo recauda?
La descentralización de España
también afecta a la política fiscal ya que los impuestos se recaudan por
distintos gobiernos.
Hay impuestos que se recaudan por
el Estado como por ejemplo el IRPF, otros por las comunidades autónomas como
por ejemplo el impuesto de sucesiones y otros son recaudados por los municipios
como por ejemplo el IBI.
También puede que la normativa y
la gestión de los impuestos sean compartidas entre las comunidades autónomas y
el Estado.
Sexto: OBJETIVO
He comentado al principio que el
objetivo es recaudar ingresos para cubrir los gastos del estado del bienestar,
pero también hay impuestos que buscan modificar nuestra actitud, por ejemplo
los impuestos al diésel que intentan desincentivar el uso de este combustible y
contribuir a un mundo más sostenible o los impuestos al tabaco que intentan
reducir su consumo y optar por que las personas con más probabilidades de usar
la sanidad pública, contribuyan más. (Compensan el coste social que provocan a
otras personas, es decir las externalidades negativas de las que os hablaba en
un post anterior)
CONCLUSIÓN
Mi objetivo con esta publicación
es que te pares a analizar las políticas fiscales, ver si elevan o disminuyen
impuestos directos o indirectos, ver si son progresivos, proporcionales o
regresivos y que veas que cada persona según sus intereses individuales le beneficia
unas u otras políticas fiscales.
Aparte, quiero que veas que es
muy importante el ingreso de todos los impuestos para tener un estado del
bienestar que nos proporcione bienes y servicios públicos, por eso es
fundamental ser responsable y contribuir con al mantenimiento y desarrollo de
nuestro bienestar.
Gracias a los impuestos se
desarrollan políticas de desarrollo, políticas de protección (desempleo,
maternidad, paternidad) o programas del bienestar, entre muchas otras.