Déjame decirte que creas o no, el
amor a primera vista existe y, muchas veces, no es inesperado ni de casualidad.
Las grandes marcas se encargan de
que este flechazo a primera vista exista. ¿Nunca te ha pasado qué has visto una
prenda de vestir y has estado todo el día pensando en que te la tenías que
comprar? Las empresas más prestigiosas y con inversión en marketing nos
analizan detalladamente para detectar necesidades y potenciarlas. (Recordad el
proceso AIDA: Atención, interés, deseo y acción. Explicado en: LA
PIZARRA DE ELSA: ¿SOMOS REALMENTE LIBRES CUANDO COMPRAMOS UN PRODUCTO?)
Primero, te voy a dejar un
concepto que es básico en el mundo del marketing: “Público objetivo”: es el grupo de personas al cual está dirigido
un producto. Por ello, las empresas cuando empiezan a desarrollar su actividad
realizan estadísticas de su público objetivo. Las empresas deben realizar un
estudio de las actividades rutinarias de su público, su edad, sus características
demográficas, su renta, su estilo de vida, sus hobbies, etc. Por ejemplo, un público objetivo sería:
“Mujeres, entre 20 y 30 años, que residen en España, con renta mensual
entre 1200 y 2000 euros, con estudios universitarios y que hacen compras
mensuales en grandes supermercados."
Piensa que cada producto está
destinado a un público distinto, por ello las empresas no utilizarán las mismas
técnicas para vender el coche de la Barbie que el Audi A4.
El público objetivo debe determinarse
antes de lanzar la publicidad para que ésta tenga una repercusión positiva y
consiga atraer a un gran porcentaje de su público objetivo propuesto. (Evidentemente, hay un público objetivo, pero
no quiere decir que todas las personas que consuman ese producto tengan esas características.
Son estadísticas y hay datos aislados) *Hoy en día, hay que ser rigurosos al
plantear el público objetivo ya que la responsabilidad social corporativa y los
roles de género nos pueden jugar una mala pasada y podemos entrar en conflictos.
Avanzando con el tema, te diré
que el neuromarketing se basa en el público objetivo pero también en el
comportamiento de nuestro cerebro. El
ser humano no es racional, actuamos por instintos e impulsos. Por eso, esta
ciencia se basa en la psicología y en cómo percibimos el mundo y reaccionamos
ante sensaciones.
Para ser más dinámicos te expongo
varios ejemplos:
Ejemplo 1: Haz cick en: ANUNCIO COCA COLA
Te propongo ver este anuncio, no
sé si a ti te sonará, pero a mí personalmente, este anuncio me marcó. He querido elegir este
anuncio en primer lugar porque creo que el concepto de público objetivo se ve
de forma clara y es que Coca Cola es “para todos y todas”.
Ejemplo 2: Estrategia en los precios
Nuestro cerebro percibe el precio
según sus expectativas, comparaciones o cálculos matemáticos.
Imagínate que has quedado con tu mejor
amigo para ir a comer y empezáis a leer la carta, en primer lugar, puede que
aparezcan los platos con el precio más elevado. ¿Esto por qué? Porque el cerebro
ve primero los precios más elevados y según va leyendo la carta ve el precio
disminuir. No significa que los demás
platos sean baratos, pero tú cerebro
pensará que la carta de ese restaurante tiene precios atractivos y baratos, ya
que lo compara con lo leído recientemente. Además, la mayoría de los clientes optarán
por comidas que se sitúen debajo de los “platos con precios inflados” y por
ello, puede que los platos que se indiquen en primer lugar, no estén
disponibles, es sólo una estrategia para incentivar a pedir más platos de “los
baratos”.
Igual, pasa con el vino. ¿Sabías
qué los restaurantes tienen más stock del 2º vino más barato? Es el que la
mayoría de las personas piden. (“No vamos a escoger el más barato a ver si nos
van a señalar de tacaños, vamos a coger este que es el precio del medio”)
Los cálculos matemáticos también son importantes y por ello, muchos
productos tendrán un precio acabado en 7 ó 9, así a nuestro cerebro le costará
más hacer comparaciones entre cifras. Por ello, hay restaurantes que todos sus
precios son decimales y acaban en 7 ó 9.
También la posición del precio en las etiquetas nos hacen actuar de una
forma u otra, hay estudios que indican que colocar el precio en la parte
izquierda hace que la gente perciba un precio más bajo.
Ejemplo 3: Saca el cantante
que llevas dentro:
“Lecheeee, cacaaaooo, avellanaaaa y azúcaaaar”,
“Qué bien, qué bien, hoy comemos con Isabel”, “Yo soy aquel negrito del África tropical
que cultivando cantaba la canción del Cola-Cao”, “Moussel, Moussel de Legrain
¡Para ducha!, Moussel, Moussel de Legrain “para baño” “Qué buenas son las
galletas Fontaneda”, “Somos los conguitos y estamos requetebién, vestidos de
chocolate con cuerpo de cacahué”.
Me apuesto que lo has leído
cantando. ¿Sabes cómo se llama este efecto en marketing? Es “Jingles”, es el concepto que hace referencia a la canción
utilizada con fines publicitarios. Y es que muchas marcas estudian qué
ritmos son más pegadizos y cuales se nos meterán en la cabeza. No hay duda de
que es un método que funciona, porque pasan y pasan los años pero todos/as
recordamos que el turrón vuelve por navidad como nos enseñó Antiu Xixona. “Queremos
turrón, turrón, turrón pero vea que sea Antiu Xixonaaaa”.
Ejemplo 4: Ahora cambiamos las canciones por los colores.
Y es que en nuestro lenguaje hay
muchas expresiones con los colores, no es lo mismo “ponerte rojo” que “ponerte
morado” o que “te pongan verde”. Tampoco
es lo mismo ser “un viejo verde” o “un príncipe azul”.
Y es que, déjame decirte que los
colores nos trasmiten sensaciones: el rojo es el color que nos transmite
emoción, pasión, elegancia, también el que nos pone “en alerta”. Por eso, los
corazones, la lencería y las señales de tráfico son rojas. *Como anécdota, SEAT
pintó su logotipo de rojo cuando su eslogan pasó a ser “auto-emoción”.
El azul nos trasmite seguridad y
confianza, por eso muchos uniformes, logotipos de compañías de seguro o Banco
Mediolanum tienen su logotipo bañado de azul.
Por otro lado, el verde, nos
trasmite paz, nos lleva a la naturaleza, por eso muchas marcas ecológicas
tienen logotipos verdes.
Y para acabar, el amarillo
trasmite velocidad, por eso marcas como Renault o Ferrari tienen sus logos de
ese color.
Así que ya sabes, la próxima vez
que abras tu armario, piensa qué quieres transmitirle al mundo.
Y, hasta aquí los ejemplos para
decirte que SÍ: el amor a primera vista, existe y hay varios expertos en
marketing que consiguen ese flechazo tan deseado.