jueves, 30 de abril de 2020

¿Cómo va a cambiar el mundo tras el COVID-19?


El otro día leí algunos de los cambios que se habían realizado a lo largo de nuestra historia debido a las diferentes pandemias.

Os voy a dejar los ejemplos que más me llamaron la atención:
Uno de ellos era la peste negra (1347-1353) y su relación directa con el declive de la servidumbre y el aumento de la intolerancia a las minorías (Especialmente la intolerancia a judíos y romaníes). Otro ejemplo que se mostraba era la viruela (Siglo XV-XVII), esta pandemia facilitó el proceso de colonización de las Américas y aceleró la riqueza mineral dedicada a la explotación de oro y plata causando una inflación masiva en el Imperio español que revolucionó los precios y transformó la forma de valorar el dinero (Fue un momento decisivo para el capitalismo actual).

Aparte de estos ejemplos había otros que me llamaron la atención como la propagación del SIDA (1980) y el impacto (negativo) social que tuvo en la comunidad LGTBIQ o el impacto del SARS (2002-2003) en la población de Hong Kong que hizo que aumentara el uso de mascarillas y la regularidad con la que se desinfectan las calles y zonas públicas hoy en día.

Cuando terminé de leer este artículo, pensé ¿El COVID-19 qué impactos tendrá a largo plazo? A corto plazo hemos visto caídas en las bolsas más importantes del mundo, cambios en las relaciones personales, estamos acostumbrándonos a ver a nuestros seres queridos a través de videollamadas o también, vemos modificaciones en la forma de trabajar, por ejemplo en la expansión del teletrabajo (Es verdad que el teletrabajo estaba más desarrollado en otros países europeos y que España no tenía tanta experiencia, pero aun así es una gran transformación en nuestra forma de trabajar a escala mundial).

Con todo esto me vino a la cabeza una teoría económica que estudié en la universidad y que me parece que puede ser una alternativa para nuestro ritmo de vida y que puede ser uno de los cambios que vengan de la mano del COVID-19. Se llama “La teoría del decrecimiento”, la verdad es que en clase no le dimos mucha importancia, pero a mí me llamó muchísimo la atención, sobre todo lo que me llamó la atención es que no tuviera tantos seguidores como otras teorías y además, me parece que esta teoría encaja con los objetivos de desarrollo sostenibles impuestos para el 2030, con la economía circular y con los efectos ambientales del COVID-19.

Os voy hacer un breve resumen sobre esta teoría a ver que pensáis (Sé que el nombre “decrecimiento” puede asustar debido a que estamos educados para el “crecimiento”).

La teoría surgió en los años setenta y viene a decir que vivimos en un planeta finito con recursos limitados y que debido al desarrollo tecnológico y nuestra forma de vida, vivimos como si habitásemos en un planeta infinito. Es decir, la teoría dice que no podemos crecer de forma ilimitada y que el ritmo de crecimiento que deriva a un sistema de hiperconsumo no nos da la felicidad, si no que se traduce en una mayor destrucción de nuestro entorno, mayor contaminación, deforestación, extinción de especies, catástrofes naturales, sequías, etc.

Esta teoría no es lo contrario al crecimiento, si no “crecer decreciendo”. Los pensamientos y afirmaciones de esta teoría se respaldan indicando que el crecimiento económico no siempre es desarrollo económico, ni cohesión social, ni mucho menos disminución de la desigualdad (De hecho Estados Unidos tiene un gran Producto Interior Bruto que suele ir acompañado de crecimiento económico y sin embargo, tiene uno de los mayores índices de Gini que es sinónimo de desigualdad). También dan gran importancia al impacto medioambiental de las últimas décadas y de la explotación de los recursos de los países más pobres por parte de los países más ricos. Por último, se presenta el capitalismo como un sistema que ocasiona crisis periódicas y por ende, graves efectos colaterales sociales.

Abre el debate sobre reducir el nivel de producción y de consumo. Es un cambio de paradigma en el que proponen que el aumento de productividad desarrollado por las inversiones tecnológicas se utilice para trabajar menos y producir lo mismo. Esto último os lo voy a explicar con un ejemplo que oí al profesor Carlos Taibo, y que aparte de causarme una sonrisa me hizo entender mucho mejor la teoría del decrecimiento:

Varios misioneros fueron a la amazonia brasileña y visitaron a un grupo de indios que se dedicaban a la tala de árboles con herramientas antiguas. Los misioneros al ver las herramientas tan obsoletas que utilizaban, les regalaron un cuchillo. Pasaron los años y uno de los misioneros volvió a ver a los indios y les pregunto “¿Qué tal con el cuchillo?” A lo que un indio le contestó “Muy bien, nos hace el trabajo diez veces más rápido” Y el misionero afirmó “Genial, habéis multiplicado vuestra producción por diez”. El indio lo negó y dijo “No, hemos multiplicado por diez nuestro tiempo de ocio, la producción es la misma”.

En este ejemplo vemos como el tener una tecnología más sofisticada no tiene porqué multiplicar la producción de forma proporcional (Puede dedicar ese aumento de productividad a aumentar la producción por un lado, y a invertir en ocio o en actividades sostenibles, por otro lado).
Por si os interesa y queréis buscar más información os diré algunos de los seguidores de esta teoría: Georgescu Roegen (Matemático y economista), Serge Latouche (Economista), Carlos Taibo (Politólogo). 

¿Cómo vais? Es una teoría que contrasta con lo que conocemos y no quiere decir que se pare la producción y que sea una producción cero, sino producir de forma más sostenible aprovechando los grandes avances de la tecnología. Es una teoría que pone al ser humano y al planeta en el centro de la vida. Es un poco sorprendente, pero, ¿A qué es curiosa? Tiene una parte ética y otra política.

Los seguidores de esta teoría dejan claro que no tendrá desempleo, sino una reestructuración de los sectores económicos y una mayor importancia de los sectores sociales. A mí este argumento me recuerda a la revolución industrial, cuando los obreros se quejaban porque iban a desaparecer sus puestos de trabajo y sin embargo, lo que ocurrió fue que se crearon otros puestos distintos. (La Falacia Ludita). Además, los expertos dicen que los puestos de trabajo que conocemos hoy en día, no serán los mismos puestos de trabajo que habrá dentro de 50 años.
Lo que si trae consigo esta teoría es un gran reto, si esta teoría fuese el nuevo sistema económico, se tendría que hacer en paralelo con una sensibilización de la población y con el surgimiento de nuevos movimientos sociales.

Personalmente, creo que estamos ante un nuevo paradigma económico y social. Todo está cambiando a nuestro alrededor y tenemos que reaccionar antes de que sea tarde. Hay estudios que afirman que los recursos se acabarán antes de lo que pensamos y no es sorprendente que los recursos estarán en manos de los poderes políticos y económicos, creando escasez en la mayoría de la población y resurgiendo conflictos y políticas de odio propias de situaciones de escasez y pobreza.

Un estudio realizado por WWF muestra que los seres humanos de la Tierra vivimos como si tuviéramos en media 1,7 planetas tierra a nuestra disposición (España en media vivimos como si tuviéramos 2,4 planetas), esto indica que nuestro ritmo de consumo es mayor que el ritmo al que se regeneran los recursos utilizados.

¿Vosotros qué pensáis? ¿Creéis que vamos encaminados a una alternativa parecida a esta teoría? ¿Estamos yendo a otro paradigma? ¿Qué veis más viable? ¿Qué efectos creéis que puede tener esta pandemia? ¿Creéis que el COVID-19 y los objetivos de desarrollo sostenible para la agenda 2030 incentivarán esta teoría o la economía circular?

Me encanta cuando reaccionáis a las entradas y me contáis vuestro punto de vista y vuestras experiencias. Recuerda que la diversidad es una fuente de conocimiento y cuantas más opiniones tengamos y más diversas sean, más reflexionamos y más avanzamos en nuestro conocimiento. ¡Contadme vuestra opinión!

viernes, 17 de abril de 2020

¿SOMOS REALMENTE LIBRES CUANDO COMPRAMOS UN PRODUCTO?


¿Y, si empiezo preguntándote a qué huele el marketing? ¿Qué me dirías? Mejor no pienses una respuesta y pon atención a estos datos curiosos que nos desvelan que el olfato humano es muy poderoso.  Ahí van los datos: las personas recordamos el 35% de lo que olemos, el 5% de lo que vemos y el 2% de lo que oímos. ¿Será por eso que muchas marcas tienen su propio olor? Si eres consumidor/a de Stradivarius, no me digas que no recuerdas su olor. (Creo que todas las personas que compramos en Stradivarius podemos oler su fragancia sin necesidad de estar en una de sus tiendas). Esta estrategia es muy utilizada en tiendas de ropa y en concesionarios. 


Si quieres saber más técnicas de marketing sigue leyendo porque la publicación de hoy está dedicada al marketing. Pero, ¿Este blog no era de economía y de política? Sí, pero el marketing y la economía comparten teorías y además el marketing es un gran aliado para conseguir objetivos económicos. 


Una parte del marketing se encarga de detectar y potenciar las necesidades que tiene una persona y encamina a la empresa a satisfacer estas necesidades, a través de una herramienta llamada publicidad. Es decir, se encarga de acercar la oferta de las empresas a la demanda de los consumidores y lo hace de una forma peculiar que te voy a explicar.


Por ejemplo, ¿Cómo consigue el marketing que desees comprarte una lata de Coca-Cola que lleva tu nombre escrito?


Bien, pues para éste y para cualquier otro producto, el marketing logra que tú como consumidor pases por estas cuatro etapas: ATENCIÓN, INTERÉS, DESEO Y ACCIÓN. (Proceso AIDA).


Vamos con la primera etapa, la ATENCIÓN: es importante captar la atención del consumidor. Las empresas lo consiguen diferenciando sus productos a través de colores, símbolos o con pequeños detalles que marcan la diferencia. Por ejemplo, poniendo tu nombre en la lata de Coca-Cola.


Segunda etapa, el INTERÉS: en esta etapa el marketing intenta conectar con las emociones del consumidor. Es decir, intenta despertar tus emociones a través del neuromarketing y del marketing emocional, logrando que te sientas identificado con el producto. ¿Has leído neuro… qué? Neuromarketing y marketing emocional, son técnicas que hacen que caigamos enamorados/as del producto que nos quieren vender. Nos hacen actuar sin pensar, por estímulos. El ser humano actúa por instintos y el marketing lo aprovecha, por ejemplo, cuando vamos a comprar a un supermercado no es lo mismo comprar con el estómago lleno que con hambre, o ¿No te apetece comprar más comida cuando tienes hambre? Pues si no vas con hambre, tranquilo/a que el supermercado se encarga de estimular tus ganas de comer con su olor a pan recién hecho. A parte, en esta etapa, la empresa tiene que tener claro cuál es su público objetivo, o sea, tiene que conocer muy bien a quién quiere vender su producto, es primordial detectar los gustos, la edad, las emociones, la cultura, el estilo de vida, el nivel de renta de los consumidores a los que se quieren acercar. Así, podrá conseguir que los consumidores se sientan identificados con el producto. Por ejemplo, un anuncio de Herbalife jugará con las emociones que sienten las personas que desean bajar o controlar su peso, utilizarán palabras como “Saludable” “Idea para mejorar tu aspecto”, etc.


Pasamos a la tercera fase, el DESEO: una vez que el marketing ha conseguido que el consumidor tenga interés por el producto, hará que ese interés se convierta en necesidad y que la persona busque la satisfacción de esa necesidad. ¿Cómo lo conseguirá? Déjame decirte que la publicidad tiene sus trucos y que nuestro cerebro actúa de forma sistemática. Por ejemplo, el cerebro humano desea aquello que parece escaso, por eso las empresas utilizan las palabras “OFERTA LIMITADA”, “SÓLO 2 EN STOCK”. También el cerebro se activa con las palabras “GRATIS”, “3X2” e incluso, el cerebro prefiere comprar productos cuyos precios acaben en 5, 7 o 9, ¿Sabes por qué? Hay un estudio que muestra que estos números se perciben como más económicos y que además no es tan fácil de hacer comparaciones con ellos. Por último, cuando sentimos autoridad, estamos más predispuestos a realizar acciones, por ello muchos anuncios acaban con la frase “9 de cada 10 expertos recomiendan nuestra marca”.


Luego, te voy a dar más ejemplos de cómo nuestra mente cae en todas las “trampas” que nos pone la publicidad. Pero, antes vamos a hablar de la última etapa, la ACCIÓN: esta etapa hace alusión al momento de llevar a cabo la compra.  ¿Sabes qué hay una investigación que dice que cuando compramos sentimos la misma sensación que cuando nos enamoramos o cuando consumimos drogas? ¡Desprendemos la misma hormona! (A mí este dato me llamó mucho la atención cuando lo leí) La hormona que desprendemos es la DOPAMINA, conocida como hormona del placer o de la felicidad.


Ya sabes las etapas por las que  pasas cuando decides comprar esa lata de Coca-Cola con tu nombre. (Estas etapas pueden llevarse a cabo en semanas, días, minutos o incluso, segundos)


Ahora te dejo más ejemplos curiosos y un reto al final de la publicación.

¿Sabías que la comida de anuncio no es comestible? Muchas veces el aspecto atractivo de la comida en los anuncios se debe a que no es comida. Por ejemplo, la mozarela es cola de pegamento, los purés son tintes de pelo, las hamburguesas son una mezcla de plastilina, barniz y pintura, el color de las fresas suele ser labial líquido y la fruta suele estar cubierta por gran cantidad de cera que da brillo a su piel y las hace más apetecibles.


¿Y la iluminación y la música de muchos establecimientos? Estos dos aspectos también están controlados, la música incita a comprar y según el ritmo de la música comprarás más despacio o más deprisa. Y la iluminación también tiene un objetivo claro, por ejemplo las tiendas utilizan iluminación para dar sensación de elegancia o por ejemplo, los casinos, nunca tienen ventanas (ni relojes) para perder la noción del tiempo. Además, los techos son bajos para proporcionar un ambiente íntimo y los colores son rojos y dorados que sugieren riqueza y suerte.


¿Y sabías que los maniquís nos espían? La mayoría de los escaparates tienen maniquís que graban la reacción de las personas con una cámara que tiene interna. Y, si las reacciones de las personas son buenas el maniquí  durará más tiempo allí o incluso se hará más visible. Sin embargo, si las reacciones son malas será sustituido.

Hay muchos ejemplos más, si te interesa puedes leer el libro "MARKETINGDENCIAS" escrito por Sara Villegas Saurí.


Ahora, te voy a proponer un juego. En cuanto acabes de leer esta publicación, dirígete a tu explorador de internet y escribe “Comprar reloj”, ¿Qué te apuestas a que todos los relojes (O la mayoría) marcan las diez y diez? Esto se debe a la inclinación de las agujas que transmiten sensación de optimismo y de felicidad porque la silueta refleja la forma de una sonrisa.


¿Somos racionales cuando vamos a la compra? O ¿Después de leer esto crees que nuestro cerebro actúa de forma irracional con estímulos que causa el marketing en nosotros?

viernes, 10 de abril de 2020

¿Qué es un ERTE? ¿Cómo afecta a trabajadores, empresas y estados?


Esta vez y por petición vuestra vengo a contaros en qué consiste un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y cómo afecta a los distintos agentes de la economía.


Estas siglas se han puesto de moda por el COVID-19 que ha obligado a un confinamiento mundial impactando de forma negativa a todas las economías afectadas por el virus, ya que se han parado la mayoría de las actividades comerciales.


Las empresas al parar o reducir su actividad comercial, no tienen el nivel de ingresos que poseían en condiciones normales, por ello no pueden hacer frente al mismo nivel de gasto y debido a esto, muchas de las empresas se acogen al famoso ERTE. 


¿Sabes qué es un ERTE? ¡No lo puedes confundir con ERE!


Atento/a, el artículo 47 del estatuto de los trabajadores nos da su definición, “es la suspensión del contrato o la reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor”. Es decir, paralizamos nuestra actividad laboral o reducimos nuestra jornada por fuerza mayor, normalmente, son situaciones excepcionales por ejemplo: cierre de las fronteras, interrupción en la cadena de suministros, limitación de movilidad en la ciudadanía, etc.


Según la ley, sólo podrían acogerse a ERTE los trabajadores que lleven cotizado el tiempo mínimo requerido para tener derecho a la prestación por desempleo, 1 año en el caso de España. Sin embargo, el gobierno actual lo ha modificado y durante el estado de alarma, cualquier trabajador puede acogerse al ERTE aunque no haya cotizado el año.


Por otro lado, la ley también recoge que durante la situación de ERTE, el trabajador consume la prestación por desempleo (lo que llamamos “Paro”), descontándose así el período de ERTE para futuras prestaciones por desempleo, pero, el gobierno también ha modificado esta condición y ha publicado que no se considerará consumido el tiempo que dure la percepción de esta prestación.


Por último, el gobierno también ha obligado a las empresas a mantener los puestos de trabajo durante seis meses, una vez terminado el ERTE, si no lo cumplen, deberán devolver todas las ayudas.


Ya tienes en la cabeza lo que es un ERTE según la ley y las modificaciones que ha hecho el gobierno. Ahora bien, ¿Qué beneficios tiene el ERTE para trabajadores, empresas y para el propio Estado?


Empezaré, diciéndote los beneficios del trabajador.

En primer lugar, el trabajador sigue cotizando. En segundo lugar, recibe una prestación del 70% de su base reguladora durante los seis primeros meses, a partir del séptimo, le corresponde un 50%, según la ley. (La empresa puede complementar el 70% hasta llegar a cubrir el 100% de la base reguladora). En tercer lugar, el tiempo que está en ERTE no afecta al tiempo que podrá disfrutar del “paro”. Finalmente, el trabajador/a mantendrá su puesto de trabajo en las mismas condiciones que antes del ERTE.


La generación de vacaciones, dietas y pagas extraordinarias dependerá de los sindicatos. La ley no lo respalda, así que dependerá de la empresa.


¿Y las empresas que beneficio tienen? En primer lugar, las cotizaciones de los trabajadores que estén en ERTE son pagadas por el gobierno, con lo cual la empresa no tendrá que hacer frente a este gasto. En segundo lugar, pueden optar por complementar la prestación del 70% o no hacerlo, normalmente, esto dependerá de la situación económica de la empresa y del peso de los sindicatos. En tercer  lugar, el plazo desde que se solicita hasta que se pone en marcha es de sólo cinco días (Según la ley puede ser hasta quince días, pero ha sido una modificación que se ha implementado en el estado de emergencia). En cuarto lugar, la empresa puede redistribuir mejor sus costes y no consumir sus recursos propios, así debería solventar mejor la situación económica por la que está pasando. Por último, la empresa no pierde ventajas comparativas ni daña su posición en el mercado, ya que todas las empresas del sector deberían estar en la misma situación.


Una modificación que se ha hecho y que afecta a las empresas es que las empresas pequeñas (aquellas que poseen menos de 50 trabajadores) no tendrán que devolver las cotizaciones sociales. Sin embargo, las empresas con más de 50 trabajadores tendrán que devolver el 25% de las cotizaciones de los trabajadores en ERTE. (Según la ley, las empresas pueden devolver hasta el 100% de las cotizaciones sociales, en este caso, también se ha modificado esta condición).


¿Y el Estado? Hasta ahora, sólo vemos beneficios para los trabajadores y las empresas. Sin embargo, los estados del mundo, están teniendo un gran gasto público (Según teorías neoclásicas como la teoría de Keynes, un aumento en el gasto público es positivo para la economía). Pero, hay que ser precavido/a, no se puede confirmar a ciencia cierta los efectos que tendrán los estados ya que estarás de acuerdo conmigo en que estamos viviendo una situación que nos ha pillado a todos por sorpresa y que el mundo globalizado no está preparado para una pandemia.


Con esta medida se está haciendo un gran gasto público que se debe financiar de una forma correcta. En los gobiernos de la zona euro, dependerá de las políticas monetarias que lleve a cabo el Banco Central Europeo (Como sabes, España pertenece a la Unión Monetaria del euro y nuestra economía está ligada a la economía de la zona euro. ¡Vivimos en un mundo interrelacionado y globalizado!) Veremos si opta por un Plan Marshall, por coronabonos u otra medida. El efecto dependerá de la política que se tome y también estará influenciado por la estabilidad política de cada país y por los daños sociales que tendrá esta situación.


Espero que esta publicación te haya sido útil y muchas gracias por llegar hasta aquí, reconozco que es un tema que se hace pesado. ¡Prometo traer un tema divertido en la próxima publicación que te dejará con la boca abierta!

viernes, 3 de abril de 2020

UN PASO HACIA LA ECONOMÍA



La mayor parte de las publicaciones de este blog van a estar dedicadas a la economía.

Pero  atento/a, ¿Sabes qué es la economía? ¡No puedes empezar a leer las demás entradas si no tienes un contexto claro!

Tenemos que ser conscientes de que esta ciencia controla nuestro día a día, sin embargo pasa desapercibida y sólo nos acordamos de ella cuando nuestro entorno vive una crisis económica o una situación social que desestabilice la economía en su conjunto.

Y cuando por fin, empezamos a recordar que es eso de la economía, nos vienen a la mente teorías, números, fórmulas y estadísticas. Sí, la economía es todo eso y mucho más, no es una ciencia exacta que se pueda resolver con fórmulas y cifras. Es una disciplina compleja con grandes restricciones y que sitúa al ser humano en el centro del estudio.  ¿Por qué digo que  tiene grandes restricciones? Porque los experimentos sociales están condicionados por hechos sociales, leyes sociales condicionadas a la cultura y a la historia. Además, la percepción que se tiene de los hechos sociales es subjetiva (Aquí entra en juego los juicios de valor del investigador o investigadora).

Los economistas investigamos las elecciones que hacen los seres humanos cuando tienen recursos limitados y necesidades ilimitadas.

La economía no es compleja sólo porque se haga experimentos con personas, sino porque es la única ciencia en la que se puede dar un premio nobel a dos personas por decir totalmente lo contrario. ¿Cómo te quedas, eh?

 Por ello, hay que distinguir dos formas de analizar la economía:
  1.    La economía positiva: es la economía del ser, es decir, aquella que describe la situación de forma objetiva.
  2.     La economía normativa: es la economía del debe ser, es decir, aquella que estudia la situación y proporciona acciones para mejorar una realidad.  
Es en el segundo tipo de economía donde los economistas discrepan y no se ponen de acuerdo, hay que tener claro que todas las políticas que se llevan a cabo siempre van a beneficiar a un grupo y a perjudicar a otro, pero todas las políticas son igual de legitimas desde el punto de vista objetivo.

Aquí es donde se sitúa la política económica, o sea, aquella disciplina que propone medidas para incentivar acciones y mejorar una realidad.
Te voy a dar un ejemplo: Imagínate que un país, llamado X, entra en crisis y hay dos partidos que proponen distintas políticas:

  1.     El partido A, abarata el despido.
  2.    El partido B, encarece el despido.

¡Vaya, estamos en el mismo país y hay dos partidos que proponen distinta política! ¿Cuál es la “buena”?


Desde el punto objetivo, las dos son igual de “buenas”.

El partido A, propone un mercado laboral más flexible, donde se puede intercambiar un trabajador por otro y con poco coste. (Apuesta por la eficiencia)

Y el partido B, refuerza la seguridad del trabajador, siendo más complicado intercambiar un trabajador por otro. (Apuesta por la equidad) 

Desde el punto normativo, los economistas discutirían, por un lado habría un partido A, beneficiando a las empresas y ayudándolas a intercambiar trabajadores poco productivos por otros, es decir, sería más fácil intercambiar a una persona mayor y menos productiva por otra joven más productiva. Y, por otro lado, el partido B, que defenderían la postura de encarecer el despido para proteger al trabajador y que la retirada de éste se hiciese con mayor coste, es decir, un intercambio de trabajadores pero con una indemnización que estaría a cargo de la empresa.

Las dos políticas son legítimas y las dos son muy recurridas en momentos de crisis económica. La diferencia radica en la ideología del partido, dependiendo el nivel de renta de una persona, su posición y sus posibilidades en el mercado laboral, le convendría una u otra.

Llegados a este punto, espero que hayas entendido por qué la economía  es tan compleja y por qué diciendo lo contrario se puede poseer la razón. 





¿ES MEJOR INVERTIR EN VIVIENDA O EN FONDOS DE INVERSIÓN?

  Muchos clientes me preguntan: “¿Qué hago con mis ahorros? ¿Compro una vivienda o invierto en fondos de inversión?” A estas preguntas no ...